Muchos de los que empiezan en la escalada lo hacen por la escalada en roca. La escalada en roca es ideal para comenzar en este deporte y aprender técnicas para otros proyectos de montaña o para seguir avanzando dentro de esta disciplina.
Por ello suele haber muchos cursos que se centran en la escalada en roca o paredes, ya que es lo ideal para aprender las técnicas de la escalada. Para empezar en la escalada es importante tener una gran fuerza física y mental. Aunque no existen restricciones si es cierto que para disfrutar de ella en plenitud es muy importante ir desarrollando una serie de habilidades en cuanto a coordinación, flexibilidad, equilibrio, resistencia, seguridad mental y fuerza.
Este deporte es de gran complejidad pues se debe realizar utilizando todas las extremidades del cuerpo de forma coordinada, además no podemos olvidar que en ocasiones la altura es bastante considerable, lo que agrega más adrenalina a esta aventura.
Un buen escalador sabe muchas otras cosas primordiales, tales como la seguridad en la escalada, técnicas de nudo, de descenso, manejo de cuerdas y sobre todo el cuidado de un equipo. No obstante hay modalidades en las que no es necesario tanto material, por ejemplo en la escalada en bloque un crash pad y a lo sumo unos pies de gato baratos completan el material necesario.
El intentar este deporte no es necesariamente asumir una responsabilidad de entrenamiento absoluto, además puedes hasta entrenarte en casa con una tabla multipresa también sirve para liberar tensiones, para apreciar nuevas experiencias, para superar miedos o alcanzar metas, ya que es un ejercicio mental y físico muy completo. La escalada en roca es un ejercicio bastante abierto para cualquier tipo de persona que desee realizarlo, la edad, estatura o peso no son realmente determinantes a la hora de montarse en una ruta.
Una de las grandes referencias del mundo del alpinismo, sino la que más es el italiano Reinhold Messner (1944-), el del Tirol se convirtió en la primera persona en conseguir la hazaña de subir los 14 ochomiles que hay en el mundo.
Pero no sólo eso, también ha sido junto al austriaco Peter Heberler el primero a ascender al Everest sin botellas de oxígeno. Natural de la región italiana del Alto Adigio (Tirol Sur), un territorio de etnia y lengua alemanas, el contacto del gran alpinista con la montaña y todo su equipamiento técnico como parabolts, cuerdas, arneses, etc. fue muy temprano.
Se aprovechó de que su comarca natal se encuentra en pleno corazón de la cordillera de los Alpes, al sur de la cadena conocida como Tanaru Altos y al oeste de los célebres Dolomitas, donde se alzan varios picos de más de 3.000 m de altitud.
Messner sufrió un gran revés en su vida cuando ascendió al Nanga Parbat, pero en el descenso su hermano Günter falleció. La tragedia no desalentó a Messner, que llevaba la montaña en la sangre, ya así en 1978 iba a rubricar la primera de sus grandes aventuras: la ascensión de los 8848 m del monte Everest sin bombonas de oxígeno, un desafío que ningún alpinista había superado.
Le acompañó en la empresa un montañero austríaco, Peter Habeler, con quien ya había escalado el Gasherbrum (8068 m). Durante ocho años Reinhold Messner intentaba recuperarse de la muerte de su hermano, viajando al Nanga Parbat,imaginando que bajaba de un glaciar y se metia en su carpa, pero siempre abandonaba. No fué hasta el año de 1978 dio un gran salto dentro del alpinismo y el himalayismo mundial: Reinhold Messner escaló en solitario y sin ninguna ayuda de medios técnicos.
Los Alpes ya no representaban un desafío para él, Reinhold amaba subir montañas solo, para encontrarse así mismo. También justamente porque detestaba las manadas, los grupos, éstas lo detestaban a él.
Años más tarde, una vez retirado de la escalada de elite, aplicó su experiencia y conocimientos al desarrollo de técnicas de supervivencia en la alta montaña y formación en escalada. La intención del veterano montañero italiano no era otra que adiestrar a las futuras generaciones de alpinistas, para que afrontasen con garantías las condiciones materiales más adversas. Su apasionante vida le sirvió para publicar la crónica de su primera expedición al Everest, Everest. Expedición al punto final, en 1979.
Además, el director de cine alemán Joseph Vilsmaier, llevó al cine parte de la vida del alpinista.